En Chile y Argentina, especialista alemán Gerhard Wörner dicta conferencia sobre volcanes andinos

(05/09/2018) Chilenos y argentinos interesados en la actividad volcánica en los Andes tuvieron la oportunidad de asistir a las charlas del Prof. Gerhard Wörner, geoquímico alemán, realizadas en Santiago y Buenos Aires durante el pasado mes de agosto. Profesor de la Universidad de Göttingen, Wörner fue agraciado con el Premio Leibniz en el año 1997 en reconocimiento a su prestigioso trabajo en vulcanología, que abarca estudios de diferentes regiones del mundo, desde Rusia hasta la Antártida. Los volcanes activos de los Andes Centrales —territorio que engloba el oeste de Bolivia, el sur de Perú y el norte de Chile— se transformaron en una de sus especialidades y fueron tema de presentaciones, que atrajeron a investigadores del área y a curiosos.

En Santiago, la Leibniz Lecture se realizó en la Universidad de Chile

© DFG

En los eventos promovidos por la DFG América Latina, Wörner presentó al público los variados tipos de volcanes de la región y expuso de qué manera esa diversidad se relaciona directamente con sus diferentes orígenes. “Estudiar volcanes es como estudiar seres humanos: cada tipo de volcán tiene sus propias características e historia individual”, declaró el investigador. Las diferencias varían de acuerdo con la composición del magma, sus diferentes procesos de formación y condiciones de fusión y cristalización. Conocer los procesos magmáticos es determinante para entender las especificidades de cada volcán, el comportamiento de sus erupciones y sus consecuentes riesgos.

Sin embargo, el profesor afirma que debería haber menos alarmismo en cuanto al riesgo de grandes catástrofes. “Como geólogos, sabemos cómo tratar el tiempo. La frecuencia de daños es del orden de millones de años. Actualmente sabemos que la probabilidad de que un evento grave se produzca es muy baja. Los gobiernos deberían ocuparse de los desastres probables y evitables, como la sequía, que seguramente ocurrirán antes que la explosión de un supervolcán”, declaró.

Mitos y realidades
En Buenos Aires, la charla de Wörner estuvo acompañada de la presentación del Prof. Gustavo Villarosa, geólogo, quien contextualizó el tema con la realidad de Argentina: este país alberga parcialmente tres de las cuatro zonas volcánicas activas de los Andes. Vicedirector del Instituto Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC), Villarosa abordó la historia geológica reciente del norte de la Patagonia y los impactos de las erupciones en la región. Con respecto a los posibles riesgos, afirmó que lo más preocupante para la sociedad es la caída de cenizas, que ocurre en gran parte del territorio argentino. “Esto produce daños a los edificios, dado que una capa de 1 cm de cenizas húmedas genera una sobrecarga de 30 quilos por metro cuadrado. Y puede llegar a ser más, en función de la composición del mineral”. Villarosa mencionó también las dificultades para la visibilidad en el tráfico aéreo, así como los daños a los motores de embarcaciones.

De acuerdo con él, cada amenaza volcánica exige una forma de tratamiento diferente. Por ejemplo, en erupciones efusivas, como la reciente erupción del volcán Kilauea, en Hawái, se puede evacuar a la población a pie y los impactos son locales. Sin embargo, otras erupciones explosivas son violentas y energéticas, producen rápidamente gases y fragmentos de magma, que pueden adquirir escala global. “Es justamente la ciencia la que puede actuar para prevenir y dar respuesta a estos fenómenos, caso a caso”, afirmó.

Wörner y Villarosa formaron un dúo de charlas el día 24 de agosto en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, integrando la programación del Leibniz Café —formato de evento creado por DFG América Latina— y su organización asociada en Argentina, el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Dos días después, el investigador alemán repitió su presentación en la Universidad de Chile, siguiendo el tradicional formato Leibniz Lecture promovido por la DFG.

Tanto en Santiago como en Buenos Aires, Wörner tuvo la oportunidad de reunirse con doctorandos y posdoctorandos locales. En talleres realizados en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Chile, jóvenes investigadores de geología pudieron presentar al investigador alemán sus proyectos científicos y dialogar acerca de las experiencias y desafíos de la investigación cotidiana.

Leibniz Café en Buenos Aires: Gerhard Wörner, Gustavo Villarosa y Valeria Román, periodista científica que moderó el evento

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Los volcanes y la vida terrestre
En los talleres, el profesor habló acerca de la relación que existe entre los procesos geológicos y la evolución de la vida en la Tierra. “Fue necesario que se formaran los continentes y los mares de aguas poco profundas para que se produjera el desarrollo de vidas complejas. Sin la corteza continental, la evolución biológica no habría llegado a formas de vida inteligente”, elucidó. Y prosiguió de la siguiente manera: “los volcanes también desempeñan un importante papel en la regulación de las condiciones para la vida en la Tierra, que ha sufrido una fuerte influencia de la acción humana”.

De acuerdo con Wörner, casi todo el gas carbónico (CO2) presente en la atmósfera primitiva está actualmente preso en rocas, debido a la erosión química y al depósito de carbonato en las repisas oceánicas. Los volcanes contribuyen a reintroducir el CO2 en la atmósfera y, por lo tanto, desempeñan un papel importante en la regulación del clima. “Sin embargo, enviamos ahora mucho más CO2 a la atmósfera que todos los volcanes juntos. Emitimos anualmente 30 veces más gas en la atmósfera que la inundación más fuerte de la historia, ocurrida en el período Pérmico. El exceso de gas generado por la actividad humana, por medio de la quema de combustibles fósiles y de la cría de vacas para la producción de carne bovina, es uno de los principales causantes del recalentamiento global”, relató.

Luego de los eventos y visitas a asociados en Chile y Argentina, países en los que Wörner ya llevó a cabo grandes proyectos de investigación, el alemán reafirmó el vasto potencial de la región para nuevas colaboraciones con Alemania en el área de la geología y reveló una receta de éxito: la suma de las inagotables posibilidades de estudios de campo en los Andes con los modernos métodos de investigación analítica ofrecidos por laboratorios muy bien desarrollados de Alemania.